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¡Hola lectores! La primera reseña de esta nueva sección del blog es sobre la serie de la que todos hablan: Stranger Things (concretamente la segunda temporada).
El año pasado Stranger Things se convirtió en un fenómeno mundial debido a lo novedoso de su trama, lo entrañable de sus personajes y, cómo no, por la ambientación ochentosa y la espectacular banda sonora con temas clásicos de los ochenta que acompañan cada episodio. Por lo tanto, no fue ninguna sorpresa cuando anunciaron su renovación para una segunda temporada.
El pasado 31 de Octubre, luego de varios meses de tráilers, imágenes promocionales y hasta un juego para celulares, finalmente se estrenó la dichosa segunda temporada de Stranger Things. En esta ocasión, vemos cómo Will, tras ser rescatado del Upside Down en la primera temporada, lidia con las secuelas psicológicas y sociales de su traumática experiencia: tiene pesadillas inexplicables, y en la escuela todos lo miran como si fuera un bicho raro. Pero poco a poco, las pesadillas de Will van haciéndose cada vez más reales y consistentes, advirtiéndole de un nuevo mal que acecha Hawkins. De esta forma, una vez más sus amigos deben poner manos a la obra para salvar a Will de esta enigmática… ¿criatura? Además también tenemos varias tramas secundarias, por lo que la narración está muy fragmentada en varias historias independientes enfocadas en determinados personajes, y que recién sobre el final de la temporada se unen a la trama de Will, que es la principal.
Para ser sinceros, por lo buena que me pareció la primera temporada y por todo el hype que se generó en los meses previos al estreno de la segunda, tenía mis expectativas muy altas, y creo que la serie no fue tan buena como yo esperaba. No me gustó mucho esa fragmentación en tramas secundarias, los personajes estaban dispersos por todo hawkins ocupándose de cosas diferentes y recién en los últimos episodios se volvieron a reunir. Reconozco que puede ser una buena estrategia para aumentar la tensión y las ansias del espectador, que no ve la hora de que sus personajes favoritos compartan escena nuevamente, pero en lo personal me parece que arruinó la continuidad de la historia y la hizo un poco aburrida, nada que ver a la primera temporada.
Otra cosa que me fastidió un poco, fueron los dos nuevos personajes, Billy y su hermana Max. En primer lugar, Billy fue un personaje vacío en esta temporada. Solo se ocupó de hacerles la vida imposible a su hermana y a Steve. Un personaje totalmente odioso y totalmente prescindible. Y en cuanto a Max… No es que no me guste su personaje, pero no me gusta el motivo obvio por el que la incluyeron en la historia. Se cae de maduro que Max llegó solo para aportar diversidad al grupo de amigos (todos varones), y para otra cosa incluso peor y que no puedo nombrar para no hacer spoiler, pero los que vieron el final de la serie sabrán a qué me refiero. Bueno, me pareció bastante innecesario el personaje de Max. Sí, está genial aportar diversidad a las series y películas, pero no siempre es una decisión acertada, y en este caso, me pareció que no fue lo mejor, sentí a Max como un personaje forzado dentro de la historia, como que no encajaba del todo.
Para ir resumiendo, claramente lo que hicieron fue tomar la idea que tenían para la continuación de la serie y cortarla a la mitad. Sentí que esta temporada estuvo más o menos de relleno, como el preámbulo para lo que va a pasar en la siguiente (porque era obvio que iba a haber una tercera temporada). ¿Entretiene? Obvio. ¿Emociona? Sí, mucho. ¿Está a la altura de la primera temporada? Ni en sueños.
Lo peor de esta temporada:
- Los personajes prescindibles de Max y Billy
- Las numerosas tramas secundarias que hicieron perder continuidad a la historia.
- La hermana. Y no voy a decir más para no spoilear.
Lo mejor de esta temporada:
- Steve.
- Joyce (as always)
- La banda sonora (as always también)
Recuerden que pueden ver esta reseña y muchas más en las páginas de Instagram y Facebook de Que sea cine. ¿Qué esperan para seguirnos?
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