Lector de mil historias

Reseña: Los pilares de la tierra – Ken Follet

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¡Hola lectores! Como prometí en instagram hace unos días, les traigo la reseña de una novela histórica muy famosa y que es uno de mis libros favoritos: Los pilares de la tierra, de Ken Follet.

Sinopsis: “El gran maestro de la narrativa de acción y suspense nos transporta a la Edad Media, a un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una catedral gótica. La historia se inicia con el ahorcamiento público de un inocente y finaliza con la humillación de un rey. Los pilares de la Tierra es la obra maestra de Ken Follett y constituye una excepcional evocación de una época de violentas pasiones.”

Ken Follet

Como la sinopsis del libro es bastante escueta, voy a tratar de explicar a grandes rasgos de qué trata la novela con mis palabras. Ambientada en la edad media, en la ciudad ficticia de Kingsbridge, en Inglaterra, la historia sigue las andanzas de varios personajes muy diferentes entre sí (constructores, caballeros, mercaderes, nobles, sacerdotes), con deseos y objetivos particulares, cuyas vidas se ven entrelazadas por un acontecimiento particular: la construcción de una catedral gótica. Cada uno de los personajes tiene un interés personal en dicha catedral (para bien o para mal), y a lo largo de los años y mientras avanza la construcción, seremos testigos de intrigas y conspiraciones, disputas de poder y dramas amorosos que se entretejen con acontecimientos y personajes históricos reales, constituyendo, como dice la sinopsis, “una excepcional evocación de una época de violentas pasiones.”

Como dije al principio, este es uno de mis libros favoritos. Todo en él es excelente, y no sabría cómo describir exactamente todo lo que me gustó al leerlo. Por eso quiero resaltar las dos cosas que me parecieron más relevantes y que en cierta forma engloban todo lo demás.

En primer lugar, los personajes. Me encanta que todos sean de diferentes estratos sociales, ya que nos ofrecen una visión muy abarcativa y diferenciada de la sociedad medieval. Son todos personajes muy sólidos y definidos, y somos testigos de cómo crecen y evolucionan ya que la historia sigue sus vidas durante muchos años. Eso es algo que me gusta mucho porque de esa forma uno es testigo no solo de cómo van cambiando los personajes, sino también de los cambios en la propia Kingsbridge, tanto edilicios como sociales.

Además, en cuanto a los personajes, al pasar y pasar los años uno termina desesperándose al ver que los “villanos” casi siempre se salen con la suya y nuestros héroes no consiguen la victoria. Eso hace todavía más atrapante la novela y uno simplemente no puede parar de leer porque necesita llegar al final y asegurarse de que “los buenos” ganan y “los malos” reciben su merecido. Y digo esto entre comillas porque a lo que la novela sigue las vidas de bastantes personajes y cada capítulo se enfoca en uno de ellos, los límites entre lo bueno y lo malo se desdibujan un poco, y a lo largo del libro va cambiando nuestra percepción de quién es “bueno” y quien es “malo”, según el personaje en que se enfoque el capítulo y los objetivos que éste tenga. Con respecto a este punto, el autor deja retratada de forma magistral la ambición del ser humano, la falta de escrúpulos y el deseo de poder. Los personajes son capaces de cualquier cosa con tal de obtener lo que quieren, sea para bien o para mal. Otra cosa que me gusta es que Follet suele crear fuertes personajes femeninos, que desafiando las convenciones de la época están decididas a forjar su propio destino y valerse por sí mismas.

Por otro lado, la ambientación y el rigor histórico. El trabajo de documentación histórica que hizo Follet para este libro es asombroso. Nos metemos de lleno en la vida del medioevo y apreciamos hasta los más mínimos detalles, y sentimos que realmente estamos ahí con los personajes. La ubicación temporal también es muy importante, ya que varios hechos y personajes históricos se mezclan en la trama y provocan los más variados giros, sobre todo la llamada “anarquía inglesa”, una guerra civil en la que Maud (la reina legítima) y Stephen (el usurpador) se disputaron el trono de Inglaterra.

Y por supuesto, no podemos olvidar que la historia gira en torno a la construcción de una catedral, y a la evolución de la arquitectura románica a la arquitectura gótica. Esto también es algo que requiere muchísima investigación y ahí Follet vuelve a lucirse como un experto en el tema, habiendo hecho una exhaustiva investigación para enriquecer todavía más la novela, bombardeándonos con detalles, procesos y técnicas arquitectónicas, sin que por ello la historia se vuelva aburrida o complicada de entender. Además, el tema de la catedral sirve para cuestionar también otros asuntos, como el deseo humano de congraciarse con dios y asegurarse un lugar en el cielo de cualquier forma (mediante diezmos, trabajo o, ¿por qué no? construyendo iglesias gigantescas), los motivos políticos detrás de la construcción de estos colosos, y obviamente el despilfarro de dinero de la Iglesia en la construcción de catedrales mientras los fieles se mueren de hambre.

En fin, es una novela muy profunda, atrapante, con un ritmo constante y muchos giros inesperados, toca temas súper interesantes y nos brinda un clarísimo y detallado panorama de lo que era la vida en el medioevo, con las disputas de los grandes señores, la importancia de la vida religiosa y las penurias de los pobres, todo esto entrelazado con la construcción de un edificio colosal que resista el paso de los años y las inclemencias del tiempo, para satisfacer el afán humano de estar más cerca de dios.

Esta novela tiene una continuación llamada Un mundo sin fin (spoiler: es mi libro favorito), y una tercera parte llamada Una columna de fuego, que salió a la venta recién el pasado 12 de septiembre (spoiler: estoy deseando que llegue a Uruguay para comprarlo). Además, Los pilares de la tierra fue adaptado como serie de televisión en el 2010, con una sola temporada de ocho episodios. A pesar de contar con la actuación de varias estrellas de cine consagradas como Donald Sutherland o Ian McShane, y de otros actores prometedores que aún no eran tan famosos como ahora (Eddie Redmayne, Sam Claflin), la serie no es muy conocida y no sé si habrá sido muy exitosa. Además tampoco es muy fiel a la novela, omitieron o cambiaron varios hechos o personajes, y en algunos casos agregaron detalles totalmente innecesarios, como cierta relación incestuosa que a mi parecer no aportó nada al desarrollo de la trama. En fin, no es ninguna maravilla de serie (mi hipótesis es que en 2010 recién estaba comenzando el boom de las series y por eso no tuvo tanta producción y difusión como las series actuales), pero sirve para pasar el rato y entretenerse despotricando contra los guionistas por cambiar tantas cosas.

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